Si cree Mariano Rajoy que los integrantes del 15-M
renunciarán a sus discursos reivindicativos a base de recibir mamporros
policiales, se equivocará una vez más. Esperemos que esto no ocurra, a pesar de
ciertas amenazas del Ministerio del Interior. Hasta los policías británicos,
vestidos de paisanos –conforme a la legislación vigente en Gran Bretaña-, han
salido a la calle estos días para protestar contra los recortes del Gobierno
conservador/liberal.
.
Cabreo colectivo
Lo que está sucediendo en España y en otros muchos países no debe asombrar a nadie. Los ciudadanos tienen toda la razón para manifestar su indignación más profunda. Hace un año, de pronto, aparecieron los indignados. Había y continúa habiendo numerosos motivos para el cabreo colectivo. Las cosas en general no han mejorado en ningún sitio. Están, por el contrario, cada vez peor.
Parados y sin papeles
No olvidemos que el arco abierto de la crisis es amplísimo y no se reduce en absoluto. Va desde los millones de parados a los sin papeles que se quedarán –y se están quedando ya- sin atención sanitaria. Cierran las pequeñas y medianas empresas, ahogadas por falta de liquidez. Mientras tanto, sí que hay dinero público para salvar a Bankia. Y dinero además para gratificar con remuneraciones multimillonarias a los mandamases de los bancos.
Los pacíficos son mayoríaA los indignados no hay ni que temerlos ni que azotarlos vía policial antidisturbios. ¿Puede haber algunos piquetes violentos y antisistema? Claro que sí. Pero no hay que confundir a los pacíficos, que son la mayoría, con los agitadores que buscan jarana, choques y brutalidades. Tras la victoria europea del Atlético de Madrid, hubo desafueros violentos en el centro de la capital de España. Pero casi todos los hinchas y aficionados de Atlético no traspasaron ninguna línea roja. Que quede claro.¡Bienvenidos de nuevo, pacíficos amigos indignados!
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
Lo que está sucediendo en España y en otros muchos países no debe asombrar a nadie. Los ciudadanos tienen toda la razón para manifestar su indignación más profunda. Hace un año, de pronto, aparecieron los indignados. Había y continúa habiendo numerosos motivos para el cabreo colectivo. Las cosas en general no han mejorado en ningún sitio. Están, por el contrario, cada vez peor.
Parados y sin papeles
No olvidemos que el arco abierto de la crisis es amplísimo y no se reduce en absoluto. Va desde los millones de parados a los sin papeles que se quedarán –y se están quedando ya- sin atención sanitaria. Cierran las pequeñas y medianas empresas, ahogadas por falta de liquidez. Mientras tanto, sí que hay dinero público para salvar a Bankia. Y dinero además para gratificar con remuneraciones multimillonarias a los mandamases de los bancos.
Los pacíficos son mayoríaA los indignados no hay ni que temerlos ni que azotarlos vía policial antidisturbios. ¿Puede haber algunos piquetes violentos y antisistema? Claro que sí. Pero no hay que confundir a los pacíficos, que son la mayoría, con los agitadores que buscan jarana, choques y brutalidades. Tras la victoria europea del Atlético de Madrid, hubo desafueros violentos en el centro de la capital de España. Pero casi todos los hinchas y aficionados de Atlético no traspasaron ninguna línea roja. Que quede claro.¡Bienvenidos de nuevo, pacíficos amigos indignados!
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
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