domingo, 25 de marzo de 2012
Duros recortes, rescate y huelgas generales en un año que ha puesto contra las cuerdas a Portugal...
Hace ahora un año, el entonces primer ministro portugués, el socialista José Sócrates, dimitía de su cargo, una decisión que el tiempo ha convertido en la espoleta de una crisis que explotó días después y que todavía atenaza el país.
Al Gobierno del PS luso se le acusó de malgastar dinero público y endeudar profundamente al país, con su ratio deuda/PIB por encima del 90% (30 puntos más que en 2008) y el déficit en el 8,6%.Los socialistas portugueses atribuyeron el empeoramiento de la economía a la crisis mundial, e intentaron responder endureciendo sus recortes progresivamente.
La caída definitiva de Sócrates se produjo el 23 de marzo, cuando el Parlamento rechazó su paquete de medidas y le dejó "sin condiciones" para continuar, en palabras de Zorrinho.Apenas días después llegaron la convocatoria de elecciones anticipadas, la petición de rescate y los comicios que dieron el poder a los conservadores tras seis años de Gobierno socialista.
A cambio de la ayuda externa, Portugal se comprometió a cumplir un vasto programa de ajustes y recortes que ya afectan al día a día del ciudadano medio, y que el actual primer ministro considera inevitables debido, precisamente, a la tardanza de los socialistas en adoptar medidas de austeridad.
No por ello han dejado de producirse huelgas generales, la última el pasado día 22, el segundo paro nacional en cuatro meses contra la reforma laboral y las medidas de austeridad del actual primer ministro, Pedro Passos Coelho.
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