Los orígenes de nuestra Feria de Abril se encuentran en un 25 de agosto de 1846 en que Narciso Bonaplata y José María de Ybarra firmaron una proposición que presentaron al Cabildo Municipal pidiendo autorización para que durante los días 19, 20 y 21 de abril se celebrara una feria anual.
El Cabildo Municipal vio con buenos ojos la iniciativa del vasco y del catalán -curiosamente no fueron andaluces los precursores-, secundada por numerosos ganaderos y agricultores. Así en 1847 se celebra la primera Feria de Abril.
El Cronista Oficial de la Ciudad, el Sr. Velázquez y Sánchez, dejó escrito que “para inaugurar la importante concesión en los días 18, 19 y 20, el Ayuntamiento acordó una Exposición de ganados, con adjusicación de premios en concurso, de toros, bueyes, carneros, caballos sementales y yeguas, admitiéndose a optar al regalo de unas espuelas de plata a jinetes de caballos de escuela española.
Un año muy importante en el devenir futuro de la Feria fue 1973. El 30 de abril de este año, la Feria abandona el Prado de San Sebastián y se traslada al emplazamiento actual en el barrio de Los Remedios. Con el transcurso del tiempo la realidad superó las previsiones y el recinto actual se ha quedado pequeño. Son más de cuarenta mil metros cuadrados los ocupados y más de un millar las casetas existentes, lo curioso es que es similar el número de las peticiones al Ayuntamiento para instalar casetas en el recinto ferial.
En resumen, la Feria de Abril es una tradición que paraliza Sevilla durante una semana y que provoca que una parte importante de la actividad de la ciudad se lleve a cabo en las numerosas casetas del Real , punto de encuentro no ya de ganaderos que venden sus productos, sino de familias enteras que viven de una manera muy especial la más importante Feria del Mundo, la Feria de Sevilla.
Sevilla, tiene un color especial...
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