Nuestros representantes políticos desde el Rey pasando por los
diputados, el Gobierno, las Comunidades Autónomas o los Ayuntamientos no
son conscientes de cómo está sufriendo la población. No se enteran y proponen
unas medidas que serían de carcajada si no fuera que son para llorar.
Asaltar un supermercado me parece un juego de niños.
¿Se imaginan por un momento a todos los afectados por unos recortes caminando hacia la Moncloa?: Los cinco millones de parados, los inmigrantes a los que se les ha retirado el derecho a la sanidad (http://politica.elpais.com/politica/2012/08/13/actualidad/1344887067_861222.html)
, los jubilados del copago, los funcionarios, los autónomos que no cobran de los ayuntamientos o son perseguidos por hacienda, a los estudiantes que se han quedado sin becas, a los licenciados-becarios que trabajan en empresas cobrando 0 €, a los dependientes que recibían pequeñas ayudas para salir adelante.( http://politica.elpais.com/politica/2012/08/10/actualidad/1344630605_344134.html) o los docentes que se han quedado en la calle.
En suma, todos los perjudicados por las políticas del PP.
Sí, si, así como lo leen. Todos juntos caminando hacia el Palacio de la Moncloa. Ya sé que es imposible llegar a Palacio, hay puestos de control pero aún así podríamos llegar frente a las ventanas de la vivienda de Rajoy para decirle BASTA YA.
La cola de la manifestación inundaría Madrid y sus alrededores. El país quedaría paralizado mientras los causantes de esta crisis: banqueros y especuladores se esconderían en sus mansiones cerrando puertas y ventanas para que el populacho no les viese.
Y tras haber ensordecido a Rajoy y sus muchachos la cabeza de la manifestación tomaría rumbo a la residencia campestre de Uckermark ( Alemania), en donde Angela Merkel pasa parte de sus vacaciones leyendo y haciendo puré de patata junto a su segundo marido, más conocido por el fantasma de la ópera (sólo se le ve acompañándola a conciertos) para decirle que ya estamos hartos de que solo imponga restricciones que nos están llevando a la desesperación. Gritaríamos algo parecido a ¡Gerade jetzt!
Tras mantener despierta toda la noche a la señora Merkel y a su discreto marido, la manifestación se iría frente a la sede del Banco Central Europeo en Frankfurt para decirle! Siamo stanchi! al señor Mario Draghi ( cuyo hijo Giacomo trabaja para la oficina de Morgan Stanley operando con productos financieros basados en los cambios que se producen en los tipos de interés).
Y decirle que sus sugerencias- imposiciones de bajar más los sueldos y el salario mínimo interprofesional el próximo septiembre en España se lo aplique al Consejo Directivo del Banco y que nos deje en paz. ¿Por qué no habla de bajar los beneficios de algunos empresarios en lugar de los salarios de los trabajadores?
Y de paso que sepa que lo que hace su hijo es una tremenda golfería. ¿Por qué?. Pues porque es el Banco Central Europeo quien decide los tipos de interés de la eurozona, una institución que, vaya casualidad, preside papá Mario.
Quizás después de eso Rajoy quisiese seguir aplicando sus políticas para dejar el país en la miseria, sin capacidad de reacción y en manos del capital privado o quizás pensase en que algo debía cambiar.
De repente me doy cuenta de que eso no sucederá y que sólo es un sueño de verano a orillas de Calella de Palafrugell, pero sería bonito e incluso útil.
Deberíamos intentarlo.
Mercè Rivas Torres
Asaltar un supermercado me parece un juego de niños.
¿Se imaginan por un momento a todos los afectados por unos recortes caminando hacia la Moncloa?: Los cinco millones de parados, los inmigrantes a los que se les ha retirado el derecho a la sanidad (http://politica.elpais.com/politica/2012/08/13/actualidad/1344887067_861222.html)
, los jubilados del copago, los funcionarios, los autónomos que no cobran de los ayuntamientos o son perseguidos por hacienda, a los estudiantes que se han quedado sin becas, a los licenciados-becarios que trabajan en empresas cobrando 0 €, a los dependientes que recibían pequeñas ayudas para salir adelante.( http://politica.elpais.com/politica/2012/08/10/actualidad/1344630605_344134.html) o los docentes que se han quedado en la calle.
En suma, todos los perjudicados por las políticas del PP.
Sí, si, así como lo leen. Todos juntos caminando hacia el Palacio de la Moncloa. Ya sé que es imposible llegar a Palacio, hay puestos de control pero aún así podríamos llegar frente a las ventanas de la vivienda de Rajoy para decirle BASTA YA.
La cola de la manifestación inundaría Madrid y sus alrededores. El país quedaría paralizado mientras los causantes de esta crisis: banqueros y especuladores se esconderían en sus mansiones cerrando puertas y ventanas para que el populacho no les viese.
Y tras haber ensordecido a Rajoy y sus muchachos la cabeza de la manifestación tomaría rumbo a la residencia campestre de Uckermark ( Alemania), en donde Angela Merkel pasa parte de sus vacaciones leyendo y haciendo puré de patata junto a su segundo marido, más conocido por el fantasma de la ópera (sólo se le ve acompañándola a conciertos) para decirle que ya estamos hartos de que solo imponga restricciones que nos están llevando a la desesperación. Gritaríamos algo parecido a ¡Gerade jetzt!
Tras mantener despierta toda la noche a la señora Merkel y a su discreto marido, la manifestación se iría frente a la sede del Banco Central Europeo en Frankfurt para decirle! Siamo stanchi! al señor Mario Draghi ( cuyo hijo Giacomo trabaja para la oficina de Morgan Stanley operando con productos financieros basados en los cambios que se producen en los tipos de interés).
Y decirle que sus sugerencias- imposiciones de bajar más los sueldos y el salario mínimo interprofesional el próximo septiembre en España se lo aplique al Consejo Directivo del Banco y que nos deje en paz. ¿Por qué no habla de bajar los beneficios de algunos empresarios en lugar de los salarios de los trabajadores?
Y de paso que sepa que lo que hace su hijo es una tremenda golfería. ¿Por qué?. Pues porque es el Banco Central Europeo quien decide los tipos de interés de la eurozona, una institución que, vaya casualidad, preside papá Mario.
Quizás después de eso Rajoy quisiese seguir aplicando sus políticas para dejar el país en la miseria, sin capacidad de reacción y en manos del capital privado o quizás pensase en que algo debía cambiar.
De repente me doy cuenta de que eso no sucederá y que sólo es un sueño de verano a orillas de Calella de Palafrugell, pero sería bonito e incluso útil.
Deberíamos intentarlo.
Mercè Rivas Torres
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