El creciente malestar en las calles y el escepticismo en
los mercados, que siguen sin confiar en las medidas del Gobierno, han colocado a
Mariano Rajoy en una posición muy incómoda cuando apenas lleva media año en el
poder. Bruselas dicta las medidas del Ejecutivo 'popular' y este traiciona uno
tras otro sus compromisos electorales. La secretaria general del PP, María
Dolores de Cospedal, ha reclamado ayuda, y el partido está en ello, también en
la FAES que preside Aznar, desde donde tratan de ofrecer algo de aliento al que
en su día el expresidente eligió como su sucesor. La fundación ideológica del PP
sale al paso de la “zozobra” reinante para restar ahora peso a los inversores
como “oráculos del futuro” y para decir que “las dificultades por las que
atravesamos habían sido previstas”. Piden un cierre de filas interno e incluso
aseguran que el programa electoral, del que apenas queda rastro en materia
económica, “sigue siendo un documento de referencia” para afrontar la
crisis.
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